Expertos estadounidenses han hallado en el aceite de oliva virgen extra un compuesto que han bautizado como oleocanthal, que, según sus investigaciones, inhibe la actividad de las enzimas de la ciclooxigenasa (COX), una acción farmacológica propia del ibuprofeno. Las conclusiones de este estudio se han dado a conocer a través de la revista científica Nature.
"Algunos de los efectos saludables relacionados con la dieta mediterránea se podrían deber a la actividad natural anti-COX del oleocanthal encontrado en los aceites de oliva de alta calidad", señala en Nature el biólogo Gary Beauchamp, del Centro de Estudios Químicosensoriales Monell de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).
El descubrimiento
La historia de la ciencia debe gran parte de sus hallazgos a la más pura casualidad y, en esta ocasión, no podía ser menos. Beauchamp se dio cuenta en una conferencia de gastronomía molecular en Sicilia de que el aceite extra virgen producía en la garganta una ligera irritación similar al picor que deja el ibuprofeno al ser consumido. El científico ya había trabajado en ese sentido con este conocido fármaco.
Así, a su regreso, Gary Beauchamp y un grupo de científicos se pusieron manos a la obra para aislar el compuesto químico que generaba el picor. Le denominaron oleocanthal (oleo de aceituna, canth de picor y al de aldehído) y comprobaron que, como el ibuprofeno o la aspirina, es capaz de inhibir la actividad de las enzimas COX-1 y COX-2, en la que se fundamenta la acción de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos.
Según el estudio, 50 gramos de aceite de oliva extra virgen contienen hasta 200 microgramos de oleocanthal, equivalente al 10% de la dosis recomendada de ibuprofeno para el alivio del dolor adulto.